CONCLUSIÓN.
En esta lectura (2 Timoteo 4:1-8) Pablo quiere dejar bien en claro que toda enseñanza o predicación será valorada en el juicio de Dios y que no es cosa mejor predicar enseñanzas no bíblicas, pues lo hombres se ven con frecuencia tentados a sustituir la inspiración por su propia argumentación. Pablo dice a Timoteo más o menos así, deja que prediquen lo que quieran, pero tu predica la Palabra, exhorta, amonesta, anima, y corrige con ella, apresúrate porque un día abandonaran la enseñanza bíblica para irse tras las predicaciones halagüeñas que no combaten el pecado, ni transforma la vida. Tu no los sigas Timoteo, predica el evangelio y gana almas para Cristo solo así estarás cumpliendo con tu ministerio. Sigue mi ejemplo porque yo pronto voy a ser ejecutado, pero quiero que antes, terminé con todo lo que el Señor me encomendó “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”. 2 Timoteo 4:7-8.