Lectura de estudio: Génesis 9:4-7.
4 Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 5 Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su hermano demandaré la vida del hombre. 6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. 7 Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella
¿Por qué Dios prohibió comer sangre? ¿Qué papel desempeña la sangre en el cuerpo humano y en la vida?
____________________________________________
La sangre es fundamental para vivir, cuando una persona sufre una herida y pierde demasiada sangre, de seguro morirá. La frase “carne con su vida”, la NTV traduce así: “Pero nunca deben comer de ninguna carne con su vida, es decir que aun tenga sangre”. No se debe comer carne de un animal que esté vivo, o comer carne con sangre, o comer sangre, ni comer carne de animales estrangulados que no se desangren totalmente Hechos 15:29. La palabra hebrea para sangre es néfesh, significa criatura viviente o que respira, también la palabra néfesh se traduce alma viviente. 1 Reyes 15:29, Ezequiel 47:9.
¿Qué significa la frase demandaré la sangre de vuestras vidas?
____________________________________________
Aquí el autor habla del suicidio, del que se quita la vida por los pretextos que ponga, tal vez ahorcándose o de alguna otra manera. La vida no nos pertenece, la vida la da Dios y si alguien se la quita matándose, o la quita asesinando a otro, o practicando el aborto, tarde que temprano, Dios le pedirá cuentas en aquel día que Él ha establecido para juzgar a los hombres conforme a sus obras Hechos 17:31.
¿Prohíbe la Biblia las transfusiones de sangre? ¿Qué papel cumple la sangre en el cuerpo? ¿Qué papel cumple la sangre en el plan de Dios?
La Biblia no habla de transfusiones de sangre, lo que sí sabemos es que la sangre se encarga de llevar oxígeno y nutrientes a las partes del cuerpo para que puedan seguir funcionando. La buena circulación permite que la sangre oxigenada por los pulmones llegue a todo el organismo y aporte nutrientes a los tejidos del cuerpo, eliminando así las sustancias tóxicas del organismo. La sangre no solo nutre y limpia el cuerpo, sino que la sangre de Cristo nos limpia de todo pecado. 1 Juan 1:7.
