Lectura de estudio. 2 Timoteo 2:3-5.
3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.
¿Por qué Pablo usa la figura de soldado y atleta para preparar a Timoteo para la obra del ministerio?
La vida militar no es fácil porque sufre muchas penalidades. En griego penalidades significa “sufrir aflicciones al lado de alguien”. Un soldado sufre al lado de sus compañeros porque han dejado su vida propia y han elegido un oficio de restricciones. Desde ahora está concentrado en su misión, sabe que puede viajar a cualquier hora, ir a cualquier lugar que se le mande, enfrentar las inclemencias del tiempo, luchar en el campo de batalla y lidiar con cualquier imprevisto que sobrevenga en el camino. Desde que se enroló al ejército sabe que ya no vive para sí, “sino para agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Timoteo no debe ser un soldado común y corriente, sino un buen soldado de Jesucristo, por eso debía entender que la vida del siervo de Dios es semejante a la disciplina militar y así como un soldado vive para servir a su ejército, así también el siervo de Dios vive para servir a su iglesia y agradar a su capitán Cristo Jesús; de esa manera el joven ministro debía sufrir penalidades y no complicarse la existencia enredándose en los negocios de la vida, no es que sea malo ocuparse de las actividades de la vida, pero el siervo de Dios no debe distraerse, no se puede andar en una vida y en dos mandados.
El que quiera seguir a Cristo deberá tomar su cruz y seguirlo. Mateo 16:24, deberá entender que las zorras tienen guaridas y las aves de los cielos nidos, más el Hijo del hombre no tiene en dónde recostar su cabeza. Mateo 8:20. La cruz no produce placer sino dolor, amarguras, desprecios y desilusiones. La cruz no endulza la vida, sino dolor, es un estatus de sufrimiento. También el atleta sufre muchas penalidades al igual que el soldado, su oficio requiere mucha disciplina, preparación y sometimiento a las reglas de juego, solo así podrá coronarse y obtener el triunfo. Por último las cartas a Timoteo y a Tito no son cartas eclesiales sino pastorales, no se dirigen a una iglesia sino a los líderes de la iglesia (Timoteo, Tito) en ellas el autor les ordena sus obligaciones, porque un líder tiene más responsabilidad ante Dios.
Para meditar y reflexionar.
¿Qué semejanza existe entre un soldado y un siervo de Dios? ¿Qué son los negocios de la vida y por qué el siervo de Dios no debe enredarse en ellos?