Nehemías 2:11-12.
Llegué, pues, a Jerusalén, y después de estar allí tres días, me levanté de noche, yo y unos pocos varones conmigo, y no declaré a hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalén; ni había cabalgadura conmigo, excepto la única en que yo cabalgaba.
¿Por qué Nehemías permaneció tres días sin informar nada?
Después de caminar mucho tiempo, de Susa a Jerusalén, de Irán a la tierra de Israel, es lógico pensar que Nehemías y sus acompañantes estaban cansados de tan largo viaje, tal vez por esa razón estuvo inactivo tres días. Es muy probable que haya ocupado ese tiempo para reflexionar sobre las actividades a realizar en Jerusalén. Es bueno de vez en cuando platicar con consigo mismo; charlar a solas con Dios y platicarletodos nuestros pesares. Nehemías estaba consciente de la magnitud de la obra a realizar, de las dificultades que le sobrevendían y de los problemas que le ocasionarían Sambalat horonita y Tobías el siervo amonita. Por tal razón ocupó tres días para orar y planificar todo lo que iba a realizar. Ninguna persona sabia actúa de bote pronto, sino que piensa bien antes todo lo que va a emprender. Tal vez, se levantó de noche con algunas personas de su confianza para echarle un vistazo a la ciudad y hacer una valoración de la reconstrucción. Hay veces es necesario no comentar nada a nadie, lo que vamos a hacer.
PARA PROFUNDIZAR. Después de recorrer mil ochocientos kilómetros que es la distancia aproximada de Susa capital de Persia a Jerusalén Nehemías ocupó tres días para descansar y la noche del tercer día hizo su recorrido por la ciudad.
¿LO QUÉ APRENDÍ DE LA LECCIÓN?