Lectura de Nehemías 8:11-12.
11. Los levitas, pues, hacían callar a todo el pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. 12. Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.
¿Por qué el pueblo debía alegrarse y no entristecerse?
Parece ser, que el pueblo, ignoró el primer llamado que se le hizo “No os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba”. Nehemías 8:9. Tuvieron que intervenir nuevamente los levitas, y hacían callar a todo el pueblo. El libro de Eclesiastés dice: “Que todo tiene su tiempo… Hay tiempo de llorar y tiempo de reír”. Eclesiastés 3:1,4. En los tiempos del Antiguo Testamento, Israel tenía un día especial para hacer duelo y para afligir su alma. Era el día de Expiación, que se celebraba, el día diez del séptimo mes. ( Levítico 23:27) Sin embargo, la fiesta de los Tabernáculos debía ser un día de gran gozo y alegría. Deuteronomio 16:13-14. En este día, el pueblo escuchó la lectura de la Ley, y se les dijo que Dios planes de amor para ellos. Aunque lloraron cuando se expusieron sus pecados, Nehemías les recordó que era un día de regocijo y exhortó al pueblo a expresar alegría, disfrutar la comida y a compartirla con los pobres.
PARA PROFUNDIZAR. La fiesta de los Tabernáculos recordaba al pueblo la vida nómada del desierto y como el Señor los hizo habitar en tabernáculos. Levítico 23:42,43.