Lectura de estudio: Filemón 1:8-11.
8 Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, 9 más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; 10 te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil.
¿Quién era este Onésimo a quien Pablo llama mi hijo?
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Pablo no impone su autoridad apostólica para ordenar a Filemón, más bien usa palabras que conmoverían a cualquiera, “te ruego por amor”, una frase que puede abrir el alma y disponerla a realizar el bien. Tal vez quiso decirle, quiero pedirte por favor que perdones a Onésimo, te ruego le des otra oportunidad, mira, ya no es el mismo que huyó de tu casa, no es el mismo que te robó, ahora se ha convertido al Señor, es mi hijo espiritual, me ha sido muy útil y te aseguro que te puede ser de utilidad a ti. La gente cambia cuando se le enseña bien la palabra de Dios.
¿Qué edad tenía Pablo y cómo se considera así mismo?
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La palabra anciano causa respeto, la edad le había dado a Pablo mucha experiencia en el ministerio y ahora pagando en la cárcel su amor por la iglesia y por Jesucristo merecía ser escuchado por un feligrés y Filemón no era cualquier feligrés, sino uno que tenía reputación de ser generoso y haber ayudado a los santos. ¿Cómo respondería Filemón al llamado de su Pastor? ¿Perdonaría a Onésimo? ¿Qué clase de pastor era Pablo que escribe una carta solo para arreglar problemas personales entre un amo y un esclavo? El nombre Onésimo significa útil, servicial, benéfico, pero este no hizo honor a su nombre, pues en lugar de haber sido útil a su amo le fue inútil. Pero la doctrina de Cristo y el bautismo lo hicieron una nueva criatura, ahora servía al apóstol por amor y estaba preparado para servir (ser útil) a Filemón. Pablo había evangelizado a Onésimo, ahora había aprendido a pedir perdón, debía volver a su amo y disculparse, el apóstol deseaba que sus dos amados hermanos se reconciliaran.
