SUS MANDAMIENTOS NO SON GRAVOSOS.

Lectura de estudio: 1 Juan 5:3.

3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.

¿Por qué los mandamientos no son gravosos?

El amor a Dios consiste simplemente en obedecer sus mandamientos. Después de hacer esa afirmación – Juan agrega – “y sus mandamientos no son gravosos”. 1 Juan 5:3. El Señor Jesucristo dijo algo parecido en Mateo 11:28–30: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. El yugo de Jesús es fácil, y su carga es ligera. Las cosas se hacen difíciles cuando se hacen a fuerzas y sin amor. Cuando Dios dice que sus mandamientos no son gravosos, está diciendo que en verdad no lo son. Pero la realidad en nuestra experiencia puede ser distinta.

Si uno ama a Dios y a sus hijos a la fuerza, pierde el gozo de responder al amor de Dios manifestado por la muerte de su Hijo Jesucristo. Pero si guardamos los mandamientos divinos con gratitud y gozo, descubrirás que su carga es ligera y sus mandatos fáciles de cumplir. Ya hemos observado que todos sus mandamientos en lo que se refiere a la obediencia a Dios y las relaciones humanas se resumen en dos mandatos: que nos amemos los unos a otros (Juan 13:34). Y que amemos a nuestro Padre celestial con todo nuestro ser. Si guardamos los mandamientos con la ayuda de Cristo, no, se nos harán pesados “Porque todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Filipenses 4:13.

COMPRUEBE SU APRENDIZAJE.

¿En qué consiste el amor de Dios?
¿Qué tan pesado es el yugo y la carga de Jesús?
¿Por qué debemos guardar los mandamientos por amor?
¿Qué pasa si guardamos los mandamientos a la fuerza?
Si aplicamos Filipenses 4:13, ¿Es imposible o posible guardar los diez mandamientos de la Ley de Dios?