Lectura de estudio. 1 Timoteo 2:15.
15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
Según Pablo, ¿De qué manera se puede salvar la mujer?
Pablo tiene razón Adán no pecó, la que cayó en la trampa de la serpiente fue Eva, aunque Adán no fue engañado, desafortunadamente, de alguna u otra manera, fue sometido por su mujer. Desde su primer encuentro con Eva, Adán mostró la fragilidad que tenía ante ella, quedó sorprendido y maravillado por su presencia. Génesis 2:23, dice el relato bíblico, que cuando comió del árbol del conocimiento del bien y del mal, a Eva no le costó ningún trabajo convencerlo a que lo hiciera también: “y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió, así como ella” Génesis 3:6. Por eso Dios le reclama así a Adán: “17… Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Es posible que Pablo sabiendo la influencia que Eva tuvo sobre Adán al llevarlo a comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, y al inducirlo a pecar contra Dios, y observando la actitud de algunas hermanas de querer tomar el lugar del varón, Pablo tuvo que escribir lo siguiente al joven Timoteo: “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”. 1 Timoteo 2:11-12. Pero concluye Pablo: “Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia”.
Para meditar y reflexionar.
Aunque Adán no pecó ¿Qué papel cumplió Eva para que desobedeciera a Dios y comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal? ¿Por qué Adán prefirió obedecer a Eva y desobedecer a Dios?