Lectura de estudio: Nehemías 9:17-18.
17. No quisieron oír, ni se acordaron de tus maravillas que habías hecho con ellos; antes endurecieron su cerviz, y en su rebelión pensaron poner caudillo para volverse a su servidumbre. Pero tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia, porque no los abandonaste. 18. Además, cuando hicieron para sí becerro de fundición y dijeron: Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones.
¿Por qué Israel, fue un pueblo de dura cerviz?
No cabe duda que Israel era un pueblo ingrato en extemo, pues no dieron valor a todo lo que Dios hizo por ellos. A la gente, con frecuencia se les olvida lo bueno que se hace por ella. En los tiempos del nuevo testamento; le salieron en el camino a Jesús diez leprosos para que los sanara , Jesús sanó a los diez, pero solo regresó uno a darle las gracias. Lucas 17:11-19. Pero Israel endureció su cerviz porque se rebeló contra Dios, tanto que nombraron un líder que se insubordinara contra Moisés y los regresara de nuevo al estado de esclavos. Y no solo eso; hicieron un becerro de oro, y mientras Moisés recibía las dos tablas de piedra con los Mandamientos, ellos adoraraban al ídolo que hicieron con sus manos. Dijeron: Israel, este es tu Dios que te hizo subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones. Aún así, Dios los perdonó, porque Jehová es misericordioso y amplio en perdonar. Isaías 55:7.
PARA PROFUNDIZAR. La ingratitud es inherente al corazón humano, al hombre le cuesta trabajo agradecer. Lo primero que debemos a hacer al ver la luz de un nuevo día es dar gracias a Dios, por la vida y por muchas cosas más. ¿Con qué frecuencia agradece usted a Dios?