Lectura de estudio. 2 Timoteo 1:12-13.
12 Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. 13 Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús.
¿Qué estaba padeciendo el apóstol Pablo?
La vida cristiana no es una excursión; es una experiencia de constantes luchas, pruebas y aflicciones. La palabra griega pascho (padezco) hace ver la amarga experiencia que el apóstol estaba pasando en la cárcel; la palabra pascho significa pasar por una experiencia con implicaciones de sufrimiento. El apóstol estaba en una cárcel romana preso por la predicación del evangelio. Efesios 4:1. Es probable que las palabras: “Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo”, hayan tenido la intensión de animar al joven Timoteo para que soportara sin claudicar las aflicciones que conlleva la vida cristiana. Seguir a Jesús no es fácil implica muchos sufrimientos. Por todo lo que le escribe 2 Timoteo 1:6,7,8,12, es posible que el joven ministro estuviese tambaleando en la fe con la intención de dejarlo todo. Por eso Pablo le dice: yo también estoy sufriendo por el evangelio (y no me avergüenzo) ya antes le había escrito: “Al contrario, tú también con el poder de Dios, debes soportar los sufrimientos por el evangelio”. 2 Timoteo 1:8. NVI. Las palabras “porque yo sé en quien he creído, y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” muestran una total confianza en Cristo, el apóstol sabía que su Señor no le iba a fallar.
¿Cuál era el depósito que pedía se guardara para aquel día? Es probable que Pablo estuviera pensando en la salvación, en la vida eterna, este era el depósito que Cristo le conservaría fielmente hasta el día de la resurrección. Por último, Pablo sabía que no saldría con vida de la cárcel, por eso pone su vida en manos de Cristo para que le otorgue la corona de la vida en su venida, esa corona no era solo para él apóstol, sino también para Timoteo y todos aquellos que aman su venida. 2 Timoteo 4:7-8.
Para meditar y reflexionar.
¿De qué cosas no se avergonzaba Pablo, y de qué estaba seguro? ¿Qué aprendizaje podemos sacar de lo que Pablo expresa a Timoteo, en los versículos 12 y 13?