Lectura para profundizar. Éxodo 10:21-29.
21 Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. 22 Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto, por tres días. 23 Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. Éxodo 10:21-23.
¿Cuántos días estuvo oscura la tierra de Egipto? ¿Qué sentirían los egipcios al no poder ver durante tres días a sus compañeros?
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Cuando Moisés extendió su mano hacia el cielo, vinieron tinieblas sobre Egipto, una oscuridad tan densa que se podían palpar. Aun cuando los egipcios prendieron velas y antorchas, la oscuridad era tanta, que no podían ser disipadas con la luz de las lámparas. Durante tres días ninguno pudo ver a su prójimo, nadie dice el texto bíblico, se levantó de su lugar, las tinieblas que Moisés trajo por orden Divina eran únicas, nunca había sucedido algo así en la tierra; faraón y sus siervos estaban perplejos por la oscuridad que envolvía su nación, mientras tanto, un hecho milagroso sucedía con su pueblo, en la casa de los hijos de Israel, tenían luz en sus habitaciones.
¿Cómo condicionó faraón la adoración al Creador?
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Ya para este tiempo Egipto estaba devastado; ahora, las tinieblas cubrían toda la tierra, esto era verdaderamente un caos. Desesperado faraón mandó a llamar a Moisés y le dijo: “Id, y servid a Jehová”, pero no deben llevarse sus ovejas y sus vacas. Pueden viajar con sus niños – agregó – solo déjeme su ganado, y sus recursos materiales. El gran dragón del Nilo (el rey de Egipto) no quería que los israelitas llevaran su ganado, de esa manera aseguraba su regreso. El gran dragón de nuestros días (la serpiente antigua, el diablo) tampoco quiere que sirvamos a Dios con nuestros recursos, por eso Moisés escribió: “Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías”. Deuteronomio. 16:16.
PIENSE EN ESTO. Faraón quería impedir que Israel adorara a Dios, dijo a Moisés, vayan, pero dejen su ganado, Moisés respondió: debemos ir todos, con nuestro ganado y nuestras cosas. ¿Qué nos enseña esta declaración de Moisés?
