Lectura para profundizar. Éxodo 16:13-15.
5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. Éxodo 17:5.
Según Éxodo 17:4, ¿Cuál era el estado del ánimo del pueblo?
El pueblo de Israel estaba cada vez más violento, el estado emotivo de una persona se refleja en su semblante, y en el tono de sus palabras. El relato bíblico solo se limita a decirnos: “Y el pueblo murmuró contra Moisés”, pero omite decirnos si hubo contacto físico: si lo empujaron, o lo jalonearon. Pero alguien airado, se transforma por completo, cuando alguien se enoja se mete en el terreno del diablo y puede llegar a insultar con palabras, a golpear, e inclusive hasta matar, por eso Santiago escribió en su epístola: que Dios no obra en la ira del hombre. Santiago 1:20. Caín se enojó contra su hermano, y decayó su semblante, Génesis 4:5, y su enojo lo llevó a quitarle la vida. El enojo, cuando se desborda, no mide consecuencias. Génesis 4:8, El pueblo de Israel estaba alterado que Moisés dijo a Jehová: ¿Qué haré con este pueblo? Otro poco más y me apedrearán.
Según Éxodo 17:5, ¿Qué ordenó Dios a Moisés?
Moisés percibió que el pueblo lo quería apedrear, no sabía que hacer para calmarlo, por eso fue a Jehová, y le preguntó: ¿Qué debo hacer con este pueblo? ¿Qué debo hacer para calmarlo? Jehová le dijo: El pueblo no te va a apedrear, le dijo Dios, tú ve donde te mando, y pasa delante del pueblo, toma contigo a los ancianos de Israel, y toma también la vara con que convertiste las aguas del Nilo en sangre. Moisés debía tomar la vara para que los israelitas vieran que la vara de Moisés no solo era usada para traer mal, sino también para hacer bien. En Egipto la vara sirvió para golpear al río, y sus aguas se convirtieron en sangre. La vara ahora sería usada para sacar agua de la roca. Los ancianos de Israel debían ser testigos del poder de Dios y del liderazgo Divino de Moisés. La vara que sirvió para castigar a los egipcios ahora serviría para beneficiar a los hijos de Israel.
PIENSE EN ESTO. No sabemos que pensó el pueblo cuando vio caminar a Moisés con la vara en la mano, con la vara que convirtió las aguas del Nilo en sangre y con la vara que dividió las aguas del mar Rojo, pero creo que los ánimos del pueblo se calmaron.