OYE, OH DIOS.

Silhouette of man praying at sunset

Nehemías 4:4

4. Oye, oh Dios nuestro, que somos objeto de su menosprecio, y vuelve el baldón de ellos sobre su cabeza, y entrégalos por despojo en la tierra de su cautiverio.

¿Qué hace Nehemías ante el ataque verbal de Sambalat y Tobías?

Este versículo es una expresión de súplica, es una oración en busca del auxilio divino “Dios es nuestro amparo y fortaleza y nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Salmos 46:1. Nehemías 4:4 nos enseña que la crítica y las habladurías de la gente, si nos afectan. Mentimos cuando decimos: No me importa, porque la verdad es que si nos importa, y mucho. ¿A quien le gusta que lo injurien, lo calumnien o lo desprecien? Nehemías era un líder fuerte, pero la verdad; es que los hombres fuertes, también se abaten, también se fastidian, también sienten y se molestan. ¿Qué debo  hacer cuando me sienta así? Orar como lo hizo Nehemías. Dice un corito: Si tu triste estás y no tienes paz, cuéntalo a Él todo en oración, Él te escuchará, te responderá, dándote consolación… En medio del desprecio de la gente, la injuria y la ingratitud … arrójate a los brazos de Jesús. 

PARA PROFUNDIZAR. ¿Vives débil y cargado, de temor y tentación? A Jesús tú amigo eterno cuenta todo en oración. ¿Te desprecian tus amigos? Dilo a Él en oración, y en sus brazos cariñosos, paz tendrá tu corazón. Himno 249.