Lectura de estudio: Éxodo 4:10.
10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
¿Qué otro pretexto puso Moisés a Dios?
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Tres señales le fueron dadas a Moisés para confirmarle que la presencia de Dios lo acompañaría: El propósito de las tres señales registradas en Éxodo 4:1-9 era para fortalecer su fe en Dios. Pero, aún así, Moisés se escudaba en que nunca había sido hombre de fácil palabra. Entonces Jehová le respondió: “¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?” ¡Tú ve, y haz lo que te mando!, Yo estaré contigo cuando hables con el faraón y te enseñaré todo lo que tengas que hablar. Éxodo 4:11-12. A Moisés no le era fácil regresar a Egipto y enfrentarse al faraón que lo quería matar; o, tal vez, dudaba que sus hermanos los hijos de Israel lo aceptaran, o probablemente tenía temor de no poder trasmitirle el mensaje de Dios.
¿Cómo combatió Dios el pretexto, soy torpe de lengua? Éxodo 4:11-12.
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Le dijo Dios: Yo sé todo lo que pasó en Egipto, y también se porque estas ahora en Madián pastoreando las ovejas de tu suegro. Sé que huiste de Egipto porque tuviste miedo que faraón te matara, pero quiero decirte: que te voy a hacer triunfar en el lugar que no pudiste, por eso, a pesar de tus miedos y evasivas, vas a regresar a Egipto a decirle a tus hermanos y al faraón que Yo te he enviado a redimir a Israel; y las señales que has hecho, solo son un pequeño ejemplo de lo que vas a hacer en la presencia del rey de Egipto, por lo tanto déjate de pretextos, ve y saca a mi pueblo (los hijos de Israel), y no digas no puedo, porque podrás, Yo estaré contigo. En el mismo momento que Moisés estuviera frente al faraón o frente a sus hermanos los israelitas, el Eterno Dios tomaría el control de su vida y pondría su palabra en su boca.
PIENSE EN ESTO. Así como Moisés no debía preocuparse por lo que debía hablar cuando estuviera en la presencia de faraón, así también los discípulos de Cristo no deberían preocuparse cuando estuvieran delante de las autoridades, porque en ese momento el Espíritu Santo pondría las palabras en sus bocas. Marcos 13:11.