Lectura de estudio. 2 Timoteo 1:8.
8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios.
¿Por qué escribe Pablo a Timoteo no te avergüences?
En los versículos anteriores Pablo escribió: “aviva el fuego de don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos”. (1:6), luego en el 1:7, le dice, porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía sino de poder, y el v.8 le dice: “no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo”. ¿Qué estaba pasando con el joven Timoteo? ¿Estaba flaqueando en la fe? ¿Estaba desanimado? ¿O estaba amedrentado por los falsos apóstoles? Tal vez, por eso, Pablo le escribe: “no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor”. La predicación del evangelio trae oposición, trae tribulación, trae el rechazo de la gente, y trae confrontación de ideas.
Timoteo era muy joven y sus opositores eran hombres mayores, tal vez con mucha experiencia en el debate, y es posible que se sintiera limitado para enfrentar a sus opositores, y por tal motivo se abstenía a testificar de Cristo. Por otro lado, ante los frecuentes desánimos de Timoteo, Pablo lo animaba a predicar la palabra. 2 Timoteo 4:1,2. La palabra griega martyrion (dar testimonio) tiene que ver con el conocimiento que se tiene acerca de una persona o de un hecho. Antes los ataques de los falsos apóstoles (gnósticos) que trastornaban la iglesia y su vida ministerial, Timoteo debía predicar con arrojo el evangelio de Jesucristo y debía combatir con el poder de Dios sus falsas enseñanzas. Por otro lado, Pablo le recuerda a Timoteo que él está encarcelado en una cárcel romana por predicar de Cristo y que él (Timoteo) no debe rehusar sufrir por anunciar la palabra de Dios. Romanos 1:16 y 2 Timoteo 2:12.
Para meditar y reflexionar.
¿Cómo se sentía el joven Timoteo ante el ataque de los falsos apóstoles que tal vez le doblaban la edad? ¿Por qué Pablo le insta a que participe de las aflicciones del evangelio?