Lectura de estudio. Deuteronomio 31:1-3.
1 Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, 2 y les dijo: Este día soy de edad de ciento veinte años; no puedo más salir ni entrar; además de esto Jehová me ha dicho: No pasarás este Jordán. 3 Jehová tu Dios, él pasa delante de ti; él destruirá a estas naciones delante de ti, y las heredarás; Josué será el que pasará delante de ti, como Jehová ha dicho.
Lea la nota ¿Por qué Moisés y Aarón no entraron en Canaán?
Por una pequeña falla, Dios no les permitió a Moisés y Aarón entrar en Canaán; ellos debían reunir a la congregación, y hablarle a la roca a la vista de todos, y la peña daría su agua (Números 20:8), pero Moisés tomó la vara delante de Jehová, y reunió a la congregación delante de la peña, pero como estaba molesto (pues los israelitas lo habían hecho enojar), no le habló a la roca, sino que le dijo al pueblo: ¡Oíd ahora rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir agua de esta peña? Moisés golpeó la peña con su vara dos veces, y salieron muchas aguas, y bebió todo Israel y sus bestias. Números 20:10-11. Por este pequeño detalle (no hablarle a la peña) Dios no los dejó entrar en la tierra prometida. Aaron murió primero (Deut. 10:6) y después moriría Moisés. Con mucha razón Pablo dijo que el enojo nos deja a merced del diablo (Efesios. 4:26-27), el enojo no le permitió a Moisés entrar en la tierra de Canaán, y va a dejar fuera del cielo a muchos enojones, ¡Dios nos libre!
¿Qué significa la frase, no puedo más salir y entrar?
Una lectura superficial del pasaje puede llevarnos a pensar que Moisés ya no podía valerse por sí mismo debido a su edad, pero Moisés nunca perdió su vigor, esto lo podemos ver cuando subió al monte Nebo, a la cumbre Pisga para que Jehová le mostrara toda la tierra y después morir. Deut. 34:1-7. La frase “No puedo más salir ni entrar”, no tenía que ver con la falta de fuerza, sino más bien con la agilidad para dirigir al ejército israelita. Además, Dios le había dicho “No pasarás este Jordán”. Moisés dijo al pueblo: Yo no voy con ustedes, pero Jehová los acompañara, y destruirá a esas naciones, así que esforzaos y cobrad ánimo, no temáis ni tengáis miedo de ellos, porque la presencia de Dios los acompañara (Deut. 31: 2-6)
PIENSE EN ESTO. Aunque Moisés suplicó a Dios que lo dejara entrar a Canaán, no lo escuchó, su respuesta fue: Basta, no me hables más de este asunto, solo le permitió ver la tierra desde la cumbre de Pisga. ¿Qué nos enseña esto? Solo por un pequeño detalle podemos perderlo todo.
