MIEL Y VECINO.

Objetivo. Explicar las lecciones que aporta la lectura atenta de los versículos 16 y 17. 

16. ¿Hallaste miel? Come lo que te basta, no sea que hastiado de ella la vomites. 17. Detén tu pie de la casa de tu vecino, no sea que hastiado de ti te aborrezca.

¿Con qué sentido usa el texto la palabra hastiado?

Las cosas hechas en exceso o en demasía, llegan a fastidiarnos. Por tal razón debemos moderarnos en lo que hacemos o comemos, para no llegar a hastiarnos. Come miel – afirma Salomón –  pero no te exedas, no comas mucho, el comer mucha miel te puede empalagar. También recomienda el sabio: No sea inoportuno, no visites mucho a tu vecino, no sea que lo fastidies y el llegue a molestarse contigo. Se espera que los vecinos se visiten unos a otros,  pero no debemos abusar de su hospitalidad. Nuestros amigos se pueden fastidiar de nosotos, pero hay alguien que nunca se fastidiará de ti, es Jesús que desea entrar a tu vida y quedarse ahí para siempre ¿Le permitirás entrar?

APLICACIÓN. Jesús está a la puerta de los corazones, está tocando para entrar, Él desea quedarse en tu vida ¿Qué harás? ¿Le dejarás entrar en tu corazón? Apocalipsis 3:20.