Lectura de estudio: Génesis 6:5-7.
5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. 6 Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Génesis 6: 5 -7.
Describa como era la gente de los días de Noé.
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¿Qué significa las palabras, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente al mal? “vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra”. Las decisiones se toman en la cabeza, ahí se decide lo que hacemos. En una mente común y corriente se tienen pensamientos encontrados, buenos y malos. Todos tenemos una constante lucha en la mente, el problema con los antediluvianos es que ya no la tenían, sus pensamientos estaban enfocados en hacer el mal. Una mente torcida y cauterizada no va a atender el llamado de Dios porque está bloqueada por el enemigo y esto la incapacita para escuchar la voz del Señor. El Diluvio era inminente, no había nada más que hacer.
7 Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Génesis 6:7.
Según Génesis 6:5, el hombre merecía morir, su pecado lo condenaba, pero ¿Por qué tenían que morir las bestias, reptiles y aves del cielo?
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Aunque al hombre le cueste trabajo aceptarlo, lo que Dios diga, ordene o mande, está correcto (aunque no lo entendamos), porque nuestra mente carnal jamás podrá comprender a Dios. Si Él decidió la destrucción de todo ser vivo (hombres y animales) es porque la perversidad humana lo había corrompido todo. “Y miró Dios la tierra, y vio que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”. Génesis 6:12. RV 1995. Toda la creación en que había espíritu de vida se había descarriado. Está registrado en el Midrash (Explica la Torá a base de historias y relatos) que el hombre antediluviano se casaba y se prostituía con animales … las diversas especies, copulaban entre sí, cruzándose una especie con otra. El énfasis está en que toda carne había corrompido su camino, esto incluye también a los animales. Génesis 6:12.
