Para estudiar del 17 al 23 de diciembre.
Introducción.
Desde el siglo XVIII se ha tomado la costumbre de designar como “epístolas pastorales” a las cartas de Pablo: 1 y 2 de Timoteo y Tito. A diferencia de las otras cartas que van dirigidas a iglesias específicas, 1 y 2 de Timoteo y Tito están escritas a personas que fungen en un cargo pastoral, y escritas a personas en particular, a los jóvenes Timoteo y a Tito a quien él llama, verdaderos hijos en la fe, o en la común fe. Tanto Timoteo como Tito, debían corregir problemas que estaban surgiendo en sus iglesias.
En la primera carta a Timoteo, Pablo advierte contra las falsas doctrinas, y da los requisitos para elegir a obispos y diáconos, además habla que se levantarán apóstatas que se apartarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas demonios. Timoteo, por el contrario, debía predicar la Palabra y hacerla fuente de su enseñanza. También le da instrucciones en cuanto tratar al anciano, sobre todo aquellos que se dedican a predicar y a enseñar. Y debido, a que hay gente que acusa sin pruebas a los siervos de Dios, Timoteo como pastor, no debía admitir acusación alguna contra los ancianos, a menos que hubiese dos, o, otres testigos que les constaran los hechos de dicha acusación. Además, entre otras recomendaciones le pide, que, como pastor, no debe actuar por ningún motivo con imparcialidad o favoritismo, tampoco debe ordenar diáconos y ancianos a la ligera. En la segunda carta, Pablo le dice a Timoteo que el pastor sufre por Cristo, por lo tanto, debe pelear la batalla de la fe, porque todo el que permanezca fiel a Dios recibirá la corona de la vida. También le da algunas características de cómo será la gente en los últimos días. Y en la carta a Tito, Pablo, da los requisitos para elegir a los ancianos y a los diáconos, le dice que debe cuidar la sana doctrina, y como deben comportarse, los ancianos, y las ancianas, las mujeres jóvenes y los jóvenes. Habla también del respeto que el cristiano debe tener a los gobernantes de este mundo, y que, además, deben apartar de los placeres y la vida mundana. Casi al final de la carta enseña cómo debe el pastor tratar a los que causan problemas en la iglesia.
GUÍA DE ESTUDIO DIARIO – 1 Timoteo, Lección 1
Lectura de estudio semanal. 1 Timoteo 1:1-10.
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo nuestra esperanza, 2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.3 Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, 4 ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. 5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, 6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, 7 queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. 8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; 9 conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, 11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.