Lectura de estudio. 2 Timoteo 2:23-24.
23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. 24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
¿Qué debía hacer Timoteo con las cuestiones necias e insensatas?
El autor ha venido dando algunas indicaciones al joven ministro: ” Evita profanas y vanas palabrerías” (2 Timoteo 2:16), “apártese de iniquidad. (2 Timoteo 2:19) “huye de las pasiones juveniles” (2 Timoteo 2:22). Y en el 2 Timoteo 2:23, le ordena que deseche las “cuestiones necias e insensatas” . Las “profanas y vanas palabrerías” eran las enseñanzas de Himeneo y Fileto que afirmaban que la resurrección de los muertos ya había ocurrido, y con esta doctrina estaban trastornado la fe de algunos creyentes (2 Timoteo 2:17-18). Timoteo y la iglesia debían apartarse de estos falsos maestros, porque el creyente debe separarse de los que predican mentiras, los mentirosos son hijos del padre de mentira Juan 8:44, y nosotros somos hijos de Dios. Juan 1:12-13. Pero hay veces es muy difícil no enredarse con gente problemática que busca la iglesia para enseñar su propia doctrina, por eso el apóstol dice a Timoteo: “desecha las contiendas necias e insensatas”, porque discutir con necios casi siempre acaba en pleitos, y el siervo de Dios evita las discusiones y los pleitos, pues es promotor de la paz y no de la guerra, además debe ser amable con todos, bondadoso, y capaz de enseñar, y ser paciente aún con las personas difíciles.
Para meditar y reflexionar.
¿Qué son las cuestiones necias, y porque el hijo de Dios debe evitarlas? ¿Cómo debe ser el carácter del siervo de Dios?
