Lectura de estudio: Éxodo 12: 50-51.
21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego. Éxodo 13:21-22.
¿De qué manera acompañó Dios a Israel?
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La expresión “Y Jehová iba delante de ellos”, muestra no solo la compañía de Dios con un pueblo recién liberado, sino que las palabras, “iba delante” manifiesta que Dios los guiaba por el camino que debían andar, por eso el v.17, dice: “Dios no los llevó por el camino de los filisteos, y el v.18, agrega: “Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo”. Dios los había sacado de la tierra de Egipto de casa de servidumbre (Éxodo 20:2), y ahora los cuidaba en su retorno a la tierra que Dios prometió al patriarca Abraham. No fue un ángel de Dios el que guiaba a Israel, sino el mismo Jehová iba delante de ellos en una columna de nube para guiarlos por el camino, y en la noche en una columna de fuego para alumbrarles el camino, esto debió haber sido maravilloso.
¿Qué le sugiere que nunca se haya apartado de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego?
Ningún pueblo de la tierra, ningún grupo u organización religiosa ha sido guiada y protegido de esta manera, ni tampoco ha gozado de la presencia visible de Dios en una columna de nube, o en una columna de fuego. Dios habló a Moisés en medio de una zarza ardiente (3:2-4) y también descendió sobre el monte Sinaí en fuego para hablar con Moisés. Éxodo 19:18. Dios descendió en una espesa nube para hablar con Moisés y así el pueblo pudiera escuchar lo que Jehová hablaba con él. Éxodo 19:9. La columna de nube además les servía como una especie de techo para aislar el campamento del quemante calor del desierto. De esa manera Israel acampaba de manera reconfortante. La columna de fuego aparecía al caer el crepúsculo y al repuntar el alba aparecía la columna de nube. La columna de fuego no solo alumbra y guiaba a Israel cuando caminaba de noche, sino que les permitía tener luz en sus habitaciones ¡qué gran bendición, es contar con un Dios como Jehová!
PIENSE EN ESTO. Nada le faltó a Israel en el desierto, tenían la nube que los guiaba y los protegía del sol quemante, y la columna de fuego que los guiaba e iluminaba sus tiendas. El salmista escribió: “Jehová es mi Pastor, nada me faltará”. Salmos 23:1.