LA COPA EN EL SACO DE BENJAMÍN.

Lectura de estudio: Génesis 44:11-13.

11 Ellos entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra, abrió cada cual el costal suyo. 12 Y buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fue hallada en el costal de Benjamín. 13 Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad.

¿Dónde fue encontrada la copa de plata?

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Sus hermanos estaban seguros de su inocencia, por eso se dieron prisa en derribar en tierra su costal para que el siervo de José los revisara, ellos tenían premura, ya deseaban ir a casa, pero las cosas no salen como pensamos. Nadie debe estar seguro del porvenir, no sabemos qué pasará mañana, como dijera Jesús: “…porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene sus propios problemas”. Mateo 6:34 (Traducción de lenguaje actual). La situación puede cambiar de la noche a la mañana, nada hay seguro en la vida, por eso debemos refugiarnos en Cristo y decir como Pablo: “pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”. Filipenses 4:12. El mayordomo se dedicó a buscar la copa en cada uno de los sacos, comenzó con el mayor y terminó con el menor, la copa fue hallada en el saco de Benjamín. ¡Imagínese la sorpresa de los hermanos de José! Tal vez se preguntaron ¿Quién les pondría la copa? ¿Sería la misma persona que les había puesto el dinero en el primer viaje? Como quiera, la copa había aparecido en el costal de Benjamín, por lo tanto, era culpable, no había más que hablar, cargaron sus asnos y volvieron a la ciudad.

¿Qué hicieron cuando la copa apareció en el costal de Benjamín?

No sabemos que pensamientos se les vinieron en ese momento, pero es seguro que dijeron: Benjamín se va a quedar de siervo en Egipto, nosotros, como dijo el mayordomo seremos libres, pero ¿Qué le voy a decir a mi padre (pensó Judá)? Porque había quedado como fiador por su hermano menor, y todos estaban tristes por el dolor de perder a su hermano y por ver sufrir nuevamente a su padre. El texto bíblico dice: “Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno y volvieron a la ciudad”. El rasgar los vestidos era una demostración externa del dolor que sentía el corazón, la tristeza, la alegría y cualquier actitud emotiva se reflejan en el rostro, nuestra cara expresa todo lo que pasa dentro de nosotros, Salomón escribió: “El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate” Proverbios 15:13.