LA ALABANZA DEL MAR ROJO.

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Lectura para profundizar. Éxodo 15:1-2.

1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. 2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré.

¿Qué motivó a Moisés, y a todo el pueblo cantarle a Dios?

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La frase: “entonces Moisés cantó” infiere: Que cuando Moisés vio el milagro que Dios había hecho por los hijos de Israel, sintió ganas de cantar, y los israelitas lo siguieron en coro. Moisés dijo: “Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente”, es decir, Yo alabo a Jehová porque su poder está por encima del poder del arrogante del rey de Egipto; porqué castigó al que había dicho quién es Jehová para que yo oiga su voz, y deje ir a Israel. Éxodo 5:2. Moisés dijo: Yo alabo a Dios, porque aún, cuando no entiende el milagro del mar Rojo, y no comprendo cómo se abrió un camino seco en medio de las aguas, si vi el camino por donde atravesó el pueblo de Israel, y vi como los egipcios perecieron sepultados por las aguas del mar.

Escriba las razones que tuvo Moisés e Israel para cantar a Jehová:

Éxodo 15:1

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Éxodo 15:2

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El canto de alabanza del mar Rojo se escribe en hebreo “la Shirát Iam Suf” fue una alabanza congregacional que Moisés empezó a cantar, y que los hijos de Israel le acompañaron. La fuerza de los egipcios estaba en su ejército, en sus carros y jinetes; pero Jehová hizo que el mar Rojo destruyera la maquinaria de guerra egipcia en la que faraón depositaba su confianza. Dice Éxodo 14:7, que faraón persiguió a Israel con seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos pero Dios en un momento destruyó al ejército más poderoso del mundo. Por eso Moisés cantó … yo no tengo carros, no tengo caballos, no tengo jinetes, pero tengo a Jehová que es mi fortaleza, es mi cantico, es mi salvación, y en Él deposito toda mi confianza. Éxodo 15:2. El salmista escribió: “Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová …” Salmos 33:12.

PIENSE EN ESTO. Ni con toda la tecnología del mundo se puede construir un camino seco en medio del mar en una noche. Pero Moisés lo hizo cuando extendió su mano sobre el mar; obedeciendo la orden de Divina: “Tu alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo”. Éxodo 14:16.