Lectura de estudio: Génesis 39:19-23.
9 Y sucedió que cuando oyó el amo de José las palabras que su mujer le hablaba, diciendo: Así me ha tratado tu siervo, se encendió su furor. 20 Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel. 21 Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel. 22 Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía. 23 No necesitaba atender el jefe de la cárcel cosa alguna de las que estaban al cuidado de José, porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba.
¿Qué pasó cuando Potifar escuchó hablar a su mujer? ¿Qué le hizo a José?
Las palabras “se encendió su furor” nos dice el grado de enojo que había en Potifar, si Dios no hubiese cuidado a José, el oficial de Faraón le hubiese aplicado la pena de muerte, pero Dios le preservó la vida. “Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia” (39:21) David escribió: “aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo, Tu vara y Tu cayado me infundirán aliento”. Salmos 23:4. Desde que sus hermanos le quitaron la túnica de colores, José fue privado de su libertad, estuvo en la cisterna, y después bajo la custodia de los ismaelitas. Cuando llegó a la casa de Potifar las cosas le pintaron mejor, hasta que la mujer de su amo se fijó en él, otra vez su vestido le acarreó problemas, la mujer se lo quitó y con esa prueba falsa su marido lo encerró en la cárcel. José fue puesto donde estaban los presos del rey, algo estaba preparando Dios para él.
¿Cómo protegió Jehová a José? ¿Qué puesto le dio el jefe de la cárcel?
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La mujer acusó a José sin pruebas testimoniales de querer abusar de ella, claro que su esposo le creyó, tal vez porque no sabía qué clase de mujer tenía. Lo que el relato dice es que era una persona que se aprovechaba de su cargo para acosar a José. Está, al sentirse despreciada actúo en venganza hacia él, pero en el plan de Dios no hay casualidades, pues José llegó a la celda donde estaban los presos del rey. La cárcel a los ojos de Potifar y de su mujer parecía un lugar de castigo, pero para Dios, la cárcel fue el lugar donde José confirmó su don de interpretación de sueños, saliendo de ahí para ser el segundo señor en el gran imperio egipcio. Pablo escribió: “que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Debemos estar conscientes que todo lo que pasa en nuestra vida, bueno, malo, feliz o doloroso, Dios lo permite y es para nuestro bien, las situaciones adversas que nos llegan son el preludio del éxito. Antes de llegar a ser un hombre importante en Egipto, José fue humillado por sus hermanos, vendido como esclavo, calumniado por la mujer de Potifar, encerrado en una celda, y después llegó lo que soñaba: llegó su ascenso a gobernador de Egipto.
Filipenses 2:5-10 y Hebreos 12:2 ¿Cómo se pueden aplicar estos versículos a la vida de José? Jesús antes de sentarse a la diestra de Dios sufrió el oprobio y la cruz.