GUARDA LO QUE SE TE HA ENCOMENDADO.

Lectura de estudio. 1 Timoteo 6:20-21.

20 Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, 21 la cual profesando algunos, se desviaron de la fe. La gracia sea contigo. Amén.

¿Qué cosas se le había encomendado a Timoteo?

Lo importante no es saber hacer las cosas, sino hacerlas. Timoteo había recibido mucha instrucción apostólica tanto presencial, así como a través de la primera carta pastoral que le envió. “Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados”. Romanos 2:13. Las personas no disciplinadas pierden demasiado tiempo en pláticas que no traen ningún provecho. ¿Cuántos segundos, minutos, horas, días, meses y años se han desperdiciado en conversaciones vanas? La gente ociosa se la pasa platicando, criticando y analizando, pero hasta ahí se queda, porque no hacen nada provechoso para la obra de Dios. Queridos hermanos (as) hay que hablar menos y hacer más, hay que dejar de platicar y ponernos trabajar.

¿Cuánto tiempo se pierde en lo trivial?

Pablo escribió: “aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”. Efesios 5:16. Pablo deseaba que su joven discípulo llevara a la práctica sus enseñanzas. Como anciano de la iglesia de Éfeso Timoteo tenía una lista de responsabilidades: Cuidar que los falsos maestros enseñaran herejías (1 Timoteo 1:3,4 y 4:1-5) vigilar su vida devocional y la forma correcta de relacionarse con los ancianos (as) jóvenes y señoritas; así como de las viudas que debía ayudar la iglesia y ser ejemplo de los hermanos en todo (1 Timoteo 4:12) también se le enseñó a ser un predicador de la Biblia y no de fabulas humanas. Por último, Pablo recomienda a Timoteo evitar las pláticas vanas que no edifican, y el falso conocimiento científico que muchos aplicaron a sus vidas y los llevó a la perdición. La carta termina con el saludo apostólico: “La gracia sea contigo. Amén.

Para meditar y reflexionar.

¿Qué cosas debía guardar Timoteo? ¿Por qué no debía el joven ministro desperdiciar el tiempo? ¿Cuánto tiempo ha empleado en cosas o conversaciones vanas?