CONCLUSIÓN.
Ante las malas noticias que pueden llegar a nuestros oídos, una perdida, un fracaso, una traición o enemigos visibles e invisibles que se nos opongan en el camino, la mejor vía es seguir el ejemplo de Nehemías: “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos”. Esta es la forma ordenada por Dios para resolver cualquier problema.
EVALUANDO MIS CONOCIMIENTOS.
¿Qué preguntó Nehemías a los varones que llegaron de Jerusalén?
¿Cómo estaban los judíos que habían quedado de la cautividad?
¿Cuáles eran las condiciones del muro?
¿Qué pasó en Nehemías después de ser informado?
¿A quién llevó Nehemías sus preocupaciones?
¿Cómo fue la oración que Nehemías hizo a Dios?
¿Qué nos enseña la oración de Nehemías?