FIN DEL ESTUDIO SEMANAL.

Repasa la lectura Bíblica. Filemón 1:8-22, y escriba las ideas clave de aprendizaje.

8 Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, 9 más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; 10 te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, 12 el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo. 13 Yo quisiera retenerle conmigo, para que en lugar tuyo me sirviese en mis prisiones por el evangelio; 14 pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.15 Porque quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre; 16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor. 17 Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí mismo. 18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo Pablo lo escribo de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun tú mismo te me debes también. 20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor; conforta mi corazón en el Señor. 21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. 22 Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido.

EVALÚE SU APRENDIZAJE.

¿Quiénes son los personajes centrales del texto?

¿Quién era Onésimo? ¿Qué significa su nombre?

¿Por qué Onésimo fue a Roma a ver a Pablo?

¿Qué Palabras usó para interceder por Onésimo?

¿Por qué Filemón debía recibir a Onésimo como un hermano en Cristo y no como un esclavo?

Filemón 1:23-25, termina mencionado las personas que le acompañan y el saludo que le envía a Filemón.

Nota. La carta a Filemón nos enseña que el cristiano debe perdonar la traición, el robo, y cualquier otro mal que se nos hagan, no hay pretexto para guardar odio, ahora hemos sido regenerados por la sangre de Cristo y estamos facultados para perdonar cualquier ofensa.

“14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. Mateo 6:14-15