FIN DEL ESTUDIO SEMANAL.

CONCLUSIÓN. El propósito salvífico de Dios fue elaborado antes de los tiempos de los siglos y manifestado al hombre en la primera venida de Cristo. Efesios 1:3-5. Jesús vino para destruir la muerte, darnos la vida y la inmortalidad por el evangelio, Hebreos 2:14-15. El autor fue constituido predicador, apóstol y maestro de los gentiles. Pablo nunca se avergonzó de Cristo a pesar de que estaba preso por Él. Él sabía en quién había creído y estaba seguro, que Jesús era poderoso para guardar su depósito para aquel gran día. Esperaba que el joven Timoteo soportara las aflicciones apoyándose en el poder de Dios. También le pide que guarde las sanas palabras, es decir: las enseñanzas que Jesús mandó a guardar. Y por último le recuerda que él está en la cárcel sufriendo por Cristo, abandonado por los hermanos de Asia, solo Onesíforo lo ha ido a visitar varias veces para consolarlo y apoyarlo, por eso pide a Dios que tenga misericordia de la casa de Onesíforo y que sea recompensado con la vida eterna en la segunda venida de Cristo.