CONCLUSIÓN. Pablo termina su primera carta a Timoteo diciéndole que la vida cristiana es una batalla la cual debe ser ganada con el poder de Dios, luego le habla de la preparación que debe tener el creyente (vivir obedeciendo) para la segunda venida de Cristo. También le da indicaciones en cuanto a los ricos que están dentro de la iglesia que pastorea; le indica que los enseñe a no ser altivos ni a poner su confianza en las riquezas las cuales son inciertas, sino a poner su esperanza en el Dios vivo que provee todas las cosas en abundancia para que sus hijos las disfruten. Y que los enseñe a ser generosos para que así sean ricos en buenas obras. Para concluir, le ordena que ponga en práctica todo lo que le ha sido mandado y que no pierda el tiempo en conversaciones vanas que no benefician en nada, además, que no se deje influenciar por los argumentos de la falsa ciencia.