Para profundizar.
El anciano de nuestro relato es el apóstol Juan, Gayo es un hermano fiel de alguna iglesia del Asia Menor que Juan apreciaba mucho. Se distingue por ser un cristiano practicante (de obras) que servía con amor a los hermanos, sobre todo a que se dedicaban a compartir el evangelio. Pablo enseña que los ancianos que gobiernan bien deben ser tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 1 Timoteo 5:17-22. Y Gayo se ocupaba de ayudar a los hermanos que trabajaban en la obra de Dios. Juan estaba feliz por tener un discípulo servidor en su iglesia. Gayo era un siervo fiel y los hermanos daban buen testimonio de su trabajo en favor de los hermanos visitantes. Juan escribe “los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor”. Amor es servir, es dar y apoyar la obra de Dios, el amor se demuestra dando. Juan 3:16.