Para profundizar.
Juan termina su primera carta diciendo que Jesús es Hijo de Dios y además es el verdadero Dios, estos dos títulos Divinos, debieron haber incomodado a los falsos profetas del gnosticismo que negaban la encarnación de Cristo. Para los lectores de primera de Juan, no cabía la mínima duda; Jesús era el Hijo de Dios, y era el verdadero Dios. De esa manera Juan afirma: que aquel Verbo (Jesús) se hizo carne y vivió entre nosotros como un ser humano común y corriente, y ahora está en el cielo fungiendo como mediador entre Dios y los hombres. Pablo lo llama Jesucristo hombre. 1 Timoteo 2:5. Por lo expresado por Pablo, podemos afirmar; que Jesús sigue conservando en el cielo características humanas
