Para profundizar.
La palabra griega traducida corazón es kardía, y nunca se refiere al órgano de nuestro cuerpo llamado corazón, sino se aplica al ser interior, a la mente, a la voluntad, a los deseos y al intelecto. Kardía es la parte más íntima de nuestro ser, y también puede aplicarse a la conciencia, a los pensamientos.
La conciencia, no es otra cosa, que el conocimiento, que tienen de sí mismas las personas, sobre el bien y del mal. La conciencia nos permite juzgarnos a nosotros mismos, para saber si estamos haciendo, lo correcto, o lo incorrecto. Cuando hacemos mal, surgen en nuestros pensamientos sentimientos de culpabilidad, pero cuando estamos actuando bien, la conciencia nos confirma nuestra permanencia en Dios. Dios es Omnisciente y Omnipresente el puede leer nuestros pensamientos y saber nuestro estado espiritual, a él, no lo podemos engañar. “16 teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” 1 Pedro 3:16.