ESTABAN ATÓNITOS.

Lectura de estudio: Génesis 43:33-34.

33 Y se sentaron delante de él, el mayor conforme a su primogenitura, y el menor conforme a su menor edad; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro. 34 Y José tomó viandas de delante de sí para ellos; más la porción de Benjamín era cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y se alegraron con él.

¿Por qué se miraban atónitos los hermanos de José?

Cuando José llegó a casa, le entregaron el presente, luego le hicieron reverencia inclinándose hasta tocar la tierra (43:26), cuando se levantaron, él les preguntó: ¿Cómo están, como está su padre el anciano que me mencionaste, vive aún les preguntó? Ellos respondieron tu siervo vuestro padre está bien, él vive todavía, y se inclinaron ante él. No sabemos con exactitud lo que pensaban sus hermanos, pero con tantas preguntas, y tanto interés que mostraba el gobernador y en el orden con que habían sido sentados en la mesa, es probable que empezaran a sospechar algo, por eso, se miraban atónitos el uno al otro. José ordenó a su mayordomo que los sentara de mayor a menor, es posible que sus hermanos se preguntaran ¿Cómo saben estos egipcios nuestras edades?

¿Qué pretendía al darle cinco veces más porción de comida a Benjamín?

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Antes de sentarse a la mesa José levantó sus ojos y miró a Benjamín, ya lo había visto al llegar con sus hermanos (43:16), les preguntó a sus hermanos: ¿Este es vuestro hermano menor de quien me hablasteis No espero la respuesta … sino dijo a Benjamín: “Dios tenga misericordia de ti, hijo mío” (43:29) José no se aguantó más, la alegría y la tristeza inundaron su corazón por haber visto a su hermano, entró en su recamara y comenzó a llorar, luego secó sus ojos y salió y dijo: “sirvan la mesa”, José estaba aparte, sus hermanos estaban juntos y los egipcios separados porque es abominación para los egipcios comer junto con los hebreos (43:32). Los once hebreos estaban sorprendidos, primero, por el trato amable que el gobernador egipcio les dio, porque los llevó a su casa, alimentó a sus asnos, les hizo comida especial, y ahora estaban sentados por edades, de mayor a menor, se miraron uno a otro sorprendido ¿Quién es este hombre que conoce nuestras edades? (43:33) Ese día José hizo de Benjamín huésped de honor porque le sirvió cinco veces grande la porción que la de sus hermanos (43:34). El capítulo 34 cierra diciendo: “Y bebieron y se alegraron con él. José no era rencoroso, no odiaba a sus hermanos, no tuvo tiempo para reclamarles, su corazón los había perdonado ahora podía convivir, comer y beber con los que un día quisieron quitarle la vida.