¿Qué vamos a aprender?
– Memorizar el octavo mandamiento.
– Que el quinto mandamiento prohíbe robar personas.
– Y el significado simple de la expresión “no robarás”.
Lectura para profundizar. Éxodo 20:15
15 No hurtarás.
¿A qué se refiere el octavo mandamiento?
Para algunos exégetas de la Torá el octavo mandamiento prohíbe el secuestro. Explican que “no robarás” se refiere en forma específica a una sola clase de robo: el secuestrador que obliga a su víctima a trabajar para él y luego la vende como esclavo. Ellos afirman que el mandamiento que prohíbe el latrocinio está dado en Levítico 19:11. “No hurtareis, y no engañareis ni mentiréis el uno al otro”. El latrocinio es el hurto, el fraude, o el robo. El secuestro es un tema bíblico y lo practicaron los hijos de Jacob, quienes tomaron por la fuerza a José (su hermano) para luego venderlo a una caravana de madianitas, y estos, lo llevan a Egipto para venderlo a Potifar oficial de faraón. Génesis 37:23-36. Los padres de la nación israelita practicaron el secuestro, además, Israel estuvo en Egipto en donde muchos habían sido raptados de su tierra para servir como esclavos. Éxodo 21:16, y los israelitas debían evitar esta práctica.
¿Qué otra clase de robo se registra en la Biblia?
Israel debía evitar cualquier acción que perjudicara a su prójimo. El pueblo de Dios es un reino de sacerdotes y gente santa. Éxodo 19:6, por tal razón debían evitar el robo, el despojo, el fraude y abstenerse de apoderarse de lo ajeno. No robar, es pagar las deudas, no deberle nada a nadie, y estar en paz con el prójimo. Cuando un individuo deja de sostener a su familia está robando, y cuando deja de ayudar a sus padres está robando, y cuando pide prestado y no paga, está robando, y cuando no paga sus contribuciones al Estado está robando. Y cuando no devuelve a Dios los diezmos y las ofrendas, está robando. Malaquías 3:8. La Biblia da una lista de los que no entraran en el reino de Dios, y entre ellos están, los que roban. 1 Corintios 6:9-10.
PIENSE EN ESTO.“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno…”, este el consejo de Pablo para el creyente. Efesios 4:28.