Lectura para profundizar. Números 13:27-29.
27 Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto de ella. 28 Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. 29 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.
¿Qué informe trajeron los exploradores?
El recorrido de la tierra se hizo en cuarenta días, para después emprender el viaje al desierto de Parán en Cades donde acampaban los hijos de Israel. Los espías vinieron a Moisés y Aarón, y a toda la congregación de Israel a darles un informe de su viaje de exploración, también mostraron el fruto de la tierra. Los doce exploradores habían cumplido con su misión, luego dieron su informe: Es cierto que la tierra “fluye leche y miel”, es decir, la tierra que exploramos es fértil para la agricultura y buena para la cría de ganado, y le mostraron al pueblo el racimo de uvas, las granadas y los higos que habían traído de Canaán. Y agregaron, no hay duda, que la tierra que exploramos es así como la describió Moisés. Éxodo 3:8,17.
¿Qué descripción hicieron de sus habitantes?
Si Dios les hubiese prometido un desierto, los espías habrían encontrado la tierra deshabitada, pero Jehová, no les prometió una tierra inhóspita, seca, desértica, sino una “que fluye leche y miel”, con árboles frutales, abundante agua, campos fértiles para la agricultura y pastizales para el ganado. Los frutos que mostraron a Moisés, y a todos los israelitas, mostraron la riqueza de aquel país. ¿Qué esperaban los espías, encontrar un país con tantas bondades deshabitado? Todo el territorio estaba ocupado, desde la zona montañosa, hasta el que se ubica entre el mar y la ribera del Jordán y el Neguev estaban ocupados. Los habitantes eran fuertes, ciudades grandes y fortificadas, también vivían en aquel país una raza de gigantes, los hijos de Anac y el pueblo amalecita.
PIENSE EN ESTO. Los espías dieron un buen informe, pero comenzaron a descreditar la tierra que Dios les daba. La gente negativa, quiere cosechar rosas sin espinas, y nueces sin cascara, pero eso, no es posible.