Objetivo. Comprende la oración como un medio para sacar del corazón toda aflicción y como un conducto para pedir a Dios un corazón feliz.
Lectura de estudio. Proverbios 15:15.
15. Todos los días del afligido son difíciles; Mas el de corazón contento tiene un banquete continuo.
¿Qué diferencia hay entre el corazón afligido y el alegre?
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me alejes de tu presencia, ni me quites tu santo Espíritu. Devuélvame la alegría de tu salvación, que un espíritu obediente me sostenga. Salmos 51:10-12 NVI. Esta era la oración de David: deseaba un corazón limpio de toda maldad, de todo pecado, aflicción, ansiedad, y preocupación. Un corazón limpio de todo aquello que nos hace la vida difícil, de todo lo que nos deja estar en paz. El salmista dijo: Me mostraras la senda de la vida, en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. Salmos 16:11.
APLICACIÓN. Pidamos a Dios que nos muestre la senda de la vida, para sí, encontrar el camino que lleva a la felicidad. Mi oración: Señor muéstrame la senda de la vida, deseo vivir feliz ¡Ayúdame, Señor!
