EL ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO.

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Lectura de estudio: Génesis 2:15-17.

15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

¿De qué árbol del huerto se le prohibió comer al hombre?

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En hebreo se dice Gan Edén (jardín de Edén) era un lugar hermoso lleno de plantas, flores y árboles frutales. Dios desea que el hombre viva en un ambiente de paz y felicidad, nacimos para ser felices, no para vivir en sufrimiento. La obediencia a los mandamientos trae paz al alma. Isaías 48:18, si Adán y Eva no hubiesen desobedecido, el dolor habría sido ajeno a ellos. Génesis 3:16-19. El nombre “Jehová Dios” es usado por Moisés para nombrar al Dios creador de los cielos y la tierra y hacedor del hombre. Génesis 2:4,7,8,9,15,18, 21, en el hebreo bíblico el nombre del Dios creador se escribe así: YHVH Elohim, las cuatro consonantes (YHVH) corresponden al nombre de Dios impronunciable, en el hebreo bíblico no existen vocales por lo tanto no se puede pronunciar.

¿Qué mal había en qué el hombre tuviera conocimiento del bien y del mal? ¿Por qué le prohibió Dios comer del árbol del conocimiento?

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El hombre del Edén era ingenuo, no sabía ni diferenciar entre “lo bueno y lo malo” , y tampoco como manejarlos. Dios quería evitar que el hombre sufriera. Lo mismo hace un padre con un hijo, un automóvil es bueno, pero jamás se lo va a prestar a su hijo de diez años, un día, cuando tenga la edad correcta y esté preparado podrá conducirlo. Si lo maneja antes de tiempo podría lastimarse y lastimar a otros.

¿Por qué Dios quería evitar que el hombre comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal?

Al comer el hombre, Dios dijo: “El hombre ha venido a ser como uno de nosotros”, Génesis 3:22, es decir, con capacidades semejantes a las de Dios, pero sin la experiencia y la madurez debida para manejar el “bien y el mal” . Tropezaría, desobedeciendo, al comer del árbol antes de tiempo, y las consecuencias vendrían pronto: la mujer sufriría en el embarazo y en el parto, por otro lado, el hombre estaba condenado a ganarse el pan con dolor y con el sudor de su frente, lo cual se hubiera evitado si hubiese acatado la orden Divina. Génesis 3:16-19.