Nehemías 2:16-17.
16 Y no sabían los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a los demás que hacían la obra. 17 Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego; venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.
¿Qué decisión tomó Nehemías después cuantificar los daños?
Nehemías había tenido en secreto su recorrido nocturno para que la información no se fugara y llegara a los oídos de Sambalat y Tobías y estos fabricaran un plan de oposición. Nehemías era un líder, un líder calcula y busca el momento oportuno para actuar, sabía que proceder era urgente, por eso reunió a los lideres judíos y les platicó su plan de acción. El versículo 17, nos muestra a Nehemías, no el copero, ni el gestor, sino a Nehemías el líder. ¿Qué debe saber o hacer un líder? Aparte de conocer el problema o el proyecto y tener la capacidad de gestión; un líder debe tener la habilidad de guiar a un grupo de personas hacia un objetivo en particular. Debe saber que quiere y que va a hacer para alcanzar lo que pretende. Nehemías (líder) plantea el problema a los líderes judíos: “Jerusalén está desierta, sus puertas están destruidas, venid, y edifiquemos los muros de Jerusalén, y no estemos más en oprobio”. Había llegado la hora, de reconstruir Jerusalén y Nehemías hace cuatro cosas significativas: Reúne, plantea, motiva y se involucra en el trabajo: la frase “venid, y edifiquemos el muro” nos enseña que un líder no ordena, sino que manda trabajando.
PARA PROFUNDIZAR. Los países, los hogares, las iglesias, las empresas y las instituciones requieren de un liderazgo eficiente que de soluciones. Todos somos líderes, todos guiamos a alguien, lo importante, ¿Lo estamos haciendo bien?
¿QUÉ APRENDÍ DE LA LECCIÓN?