Lectura de estudio: Nehemías 7:5.
5. Entonces puso Dios en mi corazón que reuniese a los nobles y oficiales y al pueblo, para que fuesen empadronados según sus genealogías. Y hallé el libro de la genealogía de los que habían subido antes, y encontré en él escrito así:
¿Cómo le hablaba Dios a Nehemías?
El corazón (leb en hebreo) tiene que ver con la mente, el intelecto, los pensamientos y la voluntad. Y es el lugar donde se reflexiona y se toman las desiciones. La frase “puso Dios en mi corazón” sugiere que Dios puso en Nehemías sus palabras y este las obedeció. Por orden de Dios Nehemías convocó a los nobles, oficiales y a todo el pueblo y les pidió que se empadronaran, Osea inscribir a las personas en un libro de registro oficial en donde estaban escritos los nombres de los que habían regresado del exilio. En dicho Padrón estaban registrados las personas, según sus familias. Los judíos tenían un registro meticuloso por familia. Nehemías encontró el libro de la genealogía de los que habian vuelto de Babilonia con Zorobabel y Esdras y halló en el Padrón todos los nombres de los que habían subido primero. Los judíos eran organizados, y llevaban un registro fiel de cada individuo, costumbres, valores y principios religiosos. Esto le ayudó a sobrevir al maltrato de la esclavitud egipcia, los diferentes exilios y hasta el Holocausto Nazi.
PARA PROFUNDIZAR. El pueblo judío jamás perdió su genealogía, porque sobrevivió a la esclavitud egipcia, a los exilios babilónico, medo – persa, griego y romano y aguantó la persecución y el Holocausto Nazi. Aunque fueron dispersados, nunca perdieron su identidad gracias a su Padrón genealógico.