Lectura de estudio. Números 14:4-5.
4 Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto. 5 Entonces Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.
¿Qué provocó que el pueblo desistiera de ir a Canaán?
El informe de Números 13:25-33, provocó histeria colectiva: la congregación se alborotó, y comenzó a gritar, “el pueblo lloró aquella noche” (14:1) Un pequeño discurso trastornó la cabeza y el sentir del pueblo. Todo Israel reclamó a Moisés y a Aarón, les dijeron: hubiese sido mejor morir en Egipto, o en este desierto, que ir directo al fracaso. Las palabras de los diez espías les menguó la autoestima. “No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros” (13:31) Oír esto, quitó todo deseo de ir a la tierra que fluye leche y miel. En este contexto, los israelitas comenzaron a cabildear un cambio de liderazgo, dijeron: “Designemos un capitán (quitemos a Moisés) y volvamos a Egipto”, es sorprendente ver cómo la gente prefería someterse de nuevo al faraón, que luchar por tener una patria.
¿Cómo entendió Moisés, y Aarón, e inclusive Dios, las palabras designemos un capitán y volvamos a Egipto?
El pueblo no solo se quejó contra Moisés y contra Aarón (14:2), también se quejó contra Jehová (14:3), ahora estaban diciendo a oídos de Moisés que era mejor buscar un líder que los llevara de regreso a Egipto. Esta era una decisión absurda motivada por el miedo y el enojo que los espías provocaron con su informe. Buscar un nuevo líder significaba más que sustituir a Moisés, abarcaba sustituir la presencia Divina que los acompañaba en la columna de nube y en la columna de fuego, y que nunca se apartó de ellos. Éxodo 13:21-22. Fue entonces que Moisés y Aarón cayeron de rodillas ante la congregación (tal vez) para pedirle a Dios que les perdonara su grave pecado. Algunos comentadores creen que se arrodillaron para suplicarles que evitaran tomar tal decisión que traería castigo a toda la nación.
PIENSE EN ESTO. Las palabras pueden ser usadas para bien o para mal, en el caso de Israel, las palabras fueron usadas para infundir miedo y desanimo. Jesús dijo: Que aquel, que sirva de tropiezo a uno de sus hermanos, mejor le fuera que se colgara al cuello una piedra de molino, y que se echara en lo profundo del mar. Mateo.18:6.