Objetivo: Explica que, en la vida, cosechamos lo que sembramos.
29. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, Y no escogieron el temor de Jehová, 30. Ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía, 31. Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.
¿A quién está dirigido el mensaje de estos versículos?
Recuerdo con tristeza a una señorita que desoyó el consejo de sus padres. Tan pronto supieron que el joven – que llamaremos Jorge – era el novio de su hija, le dijeron que él no le convenía; la fricción llegó al punto del enojo. Sus padres fueron a verme para que platicara con ella, pues éramos buenos amigos. La fui a ver, y al hacerle la sugerencia de que reflexionara me dijo:
– Amigo está decidido, ni ellos ni nadie me hará cambiar de opinión. Se casaron, tuvieron dos hijos, Jorge se fue a Estados Unidos… poco a poco dejó de comunicarse y de enviar dinero.
Un día ella llegó a la iglesia, venía con dos niños, cuando me vio se acercó y yo le pregunté: ¿Y Jorge?, ella respondió: -nos abandonó amigo, y no lo he vuelto a ver, con el tiempo me enteré que tenía otra familia. Con lágrimas en los ojos continuó: Todo esto me pasó por no escuchar a mis padres, y tu consejo, lo que me pasó me lo merezco.
APLICACIÓN. Lee Gálatas 6:7, y relaciónalos con Proverbios 1:31-31, ¿Qué lecciones sacas de todo esto?