AMONESTADOS.

Les amonestaste a que se volviesen a tu ley; mas ellos se llenaron de soberbia, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios, los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá; se rebelaron, endurecieron su cerviz, y no escucharon.

¿Cómo respondió Israel ante la amonestación Divina?

Dios nunca deja a los pecadores en el error, sino que los amonesta, y los llama: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos y vuélvanse a Jehová el cual tendrá de el misericordia …” Isaías 55:7. Dios amonestó a Israel y le pidió que abandonara el mal camino, le reconvino a guardar su Ley, pero el corazón de los israelitas se llenó de soberbia y cerraron sus oídos para no escuchar su voz y le dieron la espalda. Lo mismo hacemos nosotros cuando no leemos la Biblia, no oramos y dejamos de asistir a la Iglesia, esa es una forma de actuar con soberbia. Un corazón orgulloso no se doblega ante nadie. Los juicios de Dios, lo que Él nos pide, traen vida, y no solo vida eterna, sino una vida en abundancia, una vida feliz, una vida plena: ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. Isaías 48:18. La desobediencia trae castigo e infelicidad, el hombre prefiere hacer su voluntad y sufrir que obedecer a Dios y vivir en paz. Isaías 57:2-21. Mateo 19:16-17.

PROFUNDIDAD. Satanás fue el primero en cerrar su corazón a la Palabra de Dios, su orgullo no lo dejó arrepentirse de su pecado, y mejor eligió volverse contra Dios. Hoy Satanás lucha para que el corazón humano se endurezca y se rebele contra su Creador.