AGUA PARA LAVAR SUS PIES.

Lectura de estudio: Génesis 43:24-26.

24 Y llevó aquel varón a los hombres a casa de José; y les dio agua, y lavaron sus pies, y
dio de comer a sus asnos. 25 Y ellos prepararon el presente entretanto que venía José a
mediodía, porque habían oído que allí habrían de comer pan. 26 Y vino José a casa, y
ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se inclinaron
ante él hasta la tierra.

¿Dónde los llevó el mayordomo? ¿Qué más hizo por ellos?

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Dar de comer a los animales y dar agua para lavar los pies, es una costumbre bíblica. Génesis 24:32. Abigail dijo a los mensajeros que David envió para decirle que la iba a tomar por su mujer que no solo estaba lista para ser su esposa, sino también para lavar los pies de los siervos de mi señor. 1 Samuel 25:41. Lavar los pies era una muestra de humildad, el que dijo “aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” Mateo 11:29, puso agua en el lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los orgullosos discípulos y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Juan 13:5. El mayordomo de José, no lavó los pies de sus hermanos, pero si les dio agua para que quitaran el polvo del camino. Después que estuvieron listos, prepararon el presente para entregárselo al gobernador egipcio, traían productos cananeos (miel, nueces y almendras) y los productos que compraban a los mercaderes ismaelitas (bálsamo, aromas y mirra) Génesis 37:25.

¿Qué hicieron sus once hermanos cuando estuvieron frente a José?

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Simeón fue traído a ellos (43:23) y se preparó una comida para el mediodía porque José iba a comer con sus hermanos. Cuando ellos le trajeron el presente se inclinaron ante él hasta tocar tierra, en cumplimiento cabal a los sueños que había tenido cuando vivía en Canaán (37:6-10). Al ver José a su hermano Benjamín no pudo contener las lágrimas de alegría, tenía trece largos años sin verlo. Por supuesto que Benjamín era su hermano, su verdadero hermano, los otros diez, eran sus medios hermanos. Así como se arrodillaron los diez hermanos de José en el primer viaje. Génesis 42:6, ahora se arrodillaron los once ante él, los sueños de aquel joven de diecisiete años se estaban cumpliendo puntualmente. Génesis 37:7-