YO OS DISPERSARÉ.

Nehemías 1:8.RV 1960.

Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos.

¿Por qué debiéramos mantenernos alejados del pecado?

La maldad y la rebeldía trae consecuencias. Romanos 6:23. El hombre por naturaleza es rebelde, pero Dios es paciente, su amor infinito espera que un día el pecador recapacite y vuelva a Él. Dios está listo para perdonar la maldad, pero jamás dejará sin castigo al culpable. Números 14:18. El pecado agrada a nuestra carnalidad, pero tiene un costo, el precio es altísimo. La iniquidad de Israel trajo la destrucción de Jerusalén y del templo, y la pérdida de vidas humanas. El pecado es como una bomba atómica, no solo destruye donde cae, sino que afecta a todo lo que está a su alrededor. Daniel y sus amigos estaban cautivos en Babilonia, no por sus pecados, sino por la maldad de sus padres. Las malas decisiones que tomamos en la vida nos perjudican a nosotros y perjudican a nuestras familias. Estaba escrito: Que el pueblo judío estaría cautivo en Babilonia por setenta años para después regresar su tierra. Jeremías 29:10-12. Dios advirtió a Israel que por su rebeldía sería castigado, pero el pueblo no oyó, y Dios los entregó en manos de los babilonios en año 606 a.C. (Daniel 1:1) Deuteronomio 4:25-31 y 30:1-5. 

PARA PROFUNDIZAR. El cautiverio judío duró setenta años, así estaba profetizado. Jeremías 25:1-14 y 29:10. Nehemías reconoce que el cautiverio babilónico fue provocado por la rebeldía del pueblo judío.

¿QUÉ APRENDÍ DE LA LECCIÓN?