HE AQUÍ VIENE EL SOÑADOR.

Lectura de estudio: Génesis 37:18-22.

18 Cuando ellos lo vieron de lejos, antes que llegara cerca de ellos, conspiraron contra él para matarle. 19 Y dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador. 20 Ahora pues, venid, y matémosle y echémosle en una cisterna, y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños. 21 Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos, y dijo: No lo matemos. 22 Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre.

José había sido enviado por su padre a ver como estaban sus hermanos y cómo estaban las ovejas. Génesis 37:13-14, ¿Qué hicieron sus hermanos cuando lo vieron de lejos, que se dijeron el uno al otro?

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El odio en el corazón de los hermanos de José entorpeció su entendimiento, tan pronto lo vieron “conspiraron contra él para matarle”, ese es el daño que ocasiona el favoritismo en la familia, Jacob era responsable de haber infectado en el corazón de sus hijos odio al dar muestras preferentes hacia José, en verdad que lo odiaban sus hermanos, era un aborrecimiento ciego que les evitaba tratarlo como su hermano menor, lo veían como un enemigo que había que destruir pronto.

¿Cómo llamaron sus hermanos a José? ¿Qué pensaban hacerle? ¿Qué iban a decir a su padre? ¿Qué hizo Rubén cuando oyó que sus hermanos iban a matarlo?

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Tenían tanto odio contra José que su llegada despertó su enojo, “He aquí viene el soñador” y en frío dijeron en coro “matémosle” echémosle en una cisterna, “y diremos: Alguna mala bestia lo devoró; y veremos qué será de sus sueños”. El odio que sentían por él y sus aspiraciones los constreñía a destruirlo. Amar es de Dios, destruir es del diablo. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan 10:10. Rubén era el hermano mayor, por eso tan pronto escuchó a sus hermanos hablar de matarlo, lo libró y dijo: no lo matemos sino échenlo en la cisterna porque pensaba devolverlo sano y salvo a su padre, en el corazón de Rubén no cupo el odio ni la venganza, el odio es veneno que amarga el alma y entorpece la razón, puede conducir a cometer las peores atrocidades.

¿Por qué los hermanos de José buscaban matarlo, mientras Rubén el primogénito de Jacob, tal vez el más afectado, buscaba salvarlo? ¿Qué hace el odio almacenado en el corazón del hombre, hasta donde puede llevarlo?