Lectura de estudio: Génesis 21:1-5.
1 Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. 2 Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho. 3 Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac. 4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado. 5 Y era Abraham de cien años cuando nació Isaac su hijo.
¿Qué hizo posible el embarazo y el alumbramiento de Sara?
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Génesis 18:10,11. “volveré a ti el próximo año, y para entonces Sara tu mujer tendrá un hijo”. Sara estaba a la entrada de la puerta y escuchó toda la conversación, entonces se rió en su interior, y Dios que examina los pensamientos y escudriña las intenciones del corazón (Jeremías 17:10) porque Sara se había reído, aunque lo negó (18:15) Porqué desde la perspectiva humaba parecía imposible que los dos pudieran procrear, pues sus órganos sexuales estaban imposibilitados. ¿Pero acaso hay algo imposible para Dios? (18:14).
Reflexione en estas preguntas que tal vez se hizo Sara: ¿Podrá este cuerpo viejo albergar un niño, soportar un parto y luego amamantarlo? ¿Será que a mi edad volveré a tener placer con mi marido ya viejo?
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Dios vino tal como lo había hablado (21:2) y aumentó la libido en Abraham y Sara, y ella concibió y dio a luz un hijo al que puso por nombre Isaac (risa), al principio la risa fue de incredulidad, pero a la postre la risa fue de gozo y alegría porque Dios por fin cumplió su promesa y le dio el hijo anhelado. Después de veinticinco años de espera nació Isaac, así Dios mostró que puede levantar hijos a Abraham aun de unas piedras. Mateo 3:9. Hebreos 11:11-12.
¿Qué promesa Divina seguimos esperando? ¿Por qué llevamos tanto tiempo esperando el regreso de Cristo? Juan 14:1-3. 2 Pedro 3:9
