HUYE DE LAS PASIONES JUVENILES.

Lectura de estudio. 2 Timoteo 2:22.

22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

¿Qué son las pasiones y porque Timoteo debía huir de ellas?

En la juventud caemos en muchas tentaciones y en muchas equivocaciones, los jóvenes por su inmadurez con frecuencia cometen muchos errores, por eso David escribió: “De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh, Jehová”. Salmos 25:7. Timoteo era un hombre joven que dirigía la iglesia de Éfeso, de seguro, que le asaltaban las tentaciones y tal vez se veía atraído a convivir con la juventud, porque si no fuera así, Pablo no le hubiera dicho: “Huye también de las pasiones juveniles”, la mejor manera de no caer en la tentación es no tropezarnos con ella, es separarnos de todo aquello (personas, o cosas) que nos puedan hacer pecar, nuestra oración debiera ser “libranos de todo mal”. Mateo 6:13. El hijo (a) de Dios no debe convivir con la tentación, ni con personas mundanas; el creyente que convive con personas que no aman a Dios, tarde que temprano volverá al lugar que un día dejó, porque dice el refrán: “Como perro que vuelve a su vómito, así es el necio que repite su necedad”. Proverbios 26:11. Timoteo como ministro de Dios, y todo aquel desee agradarle abandona las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que de corazón limpio invocan al Señor. Las personas se asocian con los que son afines a ellas, como dijera el refrán, “Dime con quien andas y te diré quién eres”, por eso nosotros debemos juntarnos con gente que ama a Dios, trabaja en su obra y sirve a nuestro Señor Jesucristo.

Para meditar y reflexionar.

¿Por qué el siervo de Dios debe huir de las pasiones juveniles? ¿Con quién debe asociarse aquel que busca de verdad santificarse?