CONCLUSIÓN. Pablo dice a Timoteo que exhorte a los hermanos de Éfeso a evitar las profanas y vanas palabrerías, sobre todo en aquellas que involucran palabras ociosas un día serán sopesadas ante el tribunal de Cristo. Mateo 12:37. Y Timoteo debía prepararse para presentarse a Dios como un obrero aprobado que no usa la Biblia para discutir, sino para la salvación de las almas. Por tal razón debía evitar “las profanas y vanas palabrerías” que conducen a la impiedad. Así como la gangrena infecta y pudre los tejidos del cuerpo, así también las profanas y vanas palabrerías infectan y destruyen el cuerpo de Cristo. Las divisiones en la iglesia se producen por el hablar toxico de la gente impía. Pero a pesar del ataque de los opositores de la verdad, el fundamento de Dios está firme, ¿Qué significa esto? Que nadie va a poder destruir las verdades bíblicas, nadie va a derribar a los verdaderos creyentes, porque la iglesia es columna y apoyo de la verdad. 1 Timoteo 3:15. El que es de Cristo no convive con el error doctrinal, ni se asocia con hombres impíos que enseñan falsedad y evitan convivir con el pecado. El creyente que busca sin cesar la santidad se aparta del mal porque está escrito: “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo”.
