AMÉMONOS UNOS A OTROS.

Lectura de estudio: 2 Juan 1:5.

5 Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.

¿Qué petición hace Juan a la señora elegida?

La NVI no dice “te ruego señora”, sino, “Y ahora hermanos les ruego”. En este versículo, Juan parece estar escribiendo para todos los lectores de la carta. La palabra hermanos, sugiere que el autor se está dirigiendo a la Iglesia, por lo tanto, la señora elegida, sin lugar a duda, es la comunidad cristiana. Como “anciano” encargado de la congregación, el apóstol está procurando evitar problemas, desacuerdo y pleitos que se dan con frecuencia en las relaciones humanas.

Siempre en la congregación habrá personas que no se caigan o se lleven bien; los que no han sido regenerados por la gracia de Dios, pierden el tiempo en pleitos y desacuerdos. Por tal razón, Juan ha venido diciendo, que el amor a Dios se demuestra cuando amamos a nuestros hermanos. “El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano está todavía en tinieblas”. 1 Juan 2:9. Nadie puede amar a Dios al cual no ha visto y aborrecer a su hermano que lo tiene cerca; el ama Dios, afirma Juan, ame también a su hermano. 1 Juan 4:21. En el v.5, el redactor dice a la iglesia que no le está escribiendo nada nuevo, sino el mandamiento que manda a practicar el amor. “amémonos unos a otros”, este es el pedido de Dios para su iglesia. Es el deseo del Padre celestial, que sus hijos convivan en un ambiente de amor y tolerancia, si nos cuesta trabajo amar a nuestros hermanos, pidamos a Dios que nos dé un corazón como el de Cristo.

COMPRUEBE SU APRENDIZAJE.

¿Quién es la señora del texto?
¿Cómo se comporta el que anda en luz?
¿Qué énfasis hace Juan en el amor?
¿Cómo debiera ser el ambiente en la iglesia?