6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
¿Cómo diferenciar la verdad de la mentira?
Las cosas iguales se juntan, las cosas diferentes no se pueden unir. No se puede mezclar el agua con el aceite, aunque se metan en el mismo recipiente y se agiten podrá parecer que se juntan, pero al poco rato, se volverán a separar. Los que son mundanos conviven con el mundo, hablan como el mundo, creen como el mundo, se divierten como el mundo y piensan como el mundo. Pero el autor afirma: “nosotros somos de Dios” y el mundo no oye, y no sigue, a los que son de Dios.
Los hijos de la luz no pueden convivir con los hijos de las tinieblas, porque los hijos de luz procuramos vivir en santidad apartados de la vida pecaminosa. Jesús dijo: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuereis del mundo, el mundo amaría lo suyo, pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”. Juan 15:18,19. Todo aquel que escucha el mensaje impartido por los hijos de Dios pertenece a la verdad, y todo aquel que escucha doctrinas que no están en la Biblia, pertenece a la mentira. Los hijos de la verdad enseñan la Biblia como está escrita, los hijos de las tinieblas inventan doctrinas que no están escritas en las sagradas Escrituras. ¿Qué eres tú, hijo de la luz, o hijos de las tinieblas?
COMPRUEBE SU APRENDIZAJE.
Por qué el agua y el aceite no se pueden juntar?
¿Por qué la luz y las tinieblas no pueden coexistir?
¿Quiénes son los hijos y que enseñan?
¿Quiénes son los hijos de las tinieblas y que enseñan?
